Cómo trabajar con congelados para no romper la cadena de frío

Aprender a trabajar con congelados para no romper la cadena de frío es fundamental para asegurar la supervivencia de un tipo de alimento cada vez más demandado y consumido por todos.

De esta forma, es básico para cualquier gerente de un negocio dedicado a la industria de la alimentación. Ya tengas un restaurante, una tienda, un supermercado, así como al nivel del consumidor, conocer las técnicas y métodos para no romper la cadena de frío, nos permitirá desperdiciar mucha menos comida.

El desperdicio de comida es un problema a nivel global. Según varios estudios, en el mundo se desechan prácticamente la mitad de los alimentos que se producen. Esto, además de ser una gran ineficiencia, repercute en la salud del planeta y en costes de producción excesivos.

Y como hemos dicho, el desperdicio de alimentos es algo que no solo afecta a los productores de comida. Es un problema que también incumbe al resto de actores participantes en la cadena que se crea hasta que la comida llega al plato, ya sea en un restaurante o en casa.

De esta forma, para mantener las prácticas más sostenibles en la alimentación no basta con actuar sobre el origen, hay que atender a las pérdidas ocasionadas en cada etapa del proceso. Por eso vamos a darte toda la información que necesitas para no romper la cadena de frío con tus alimentos.

Aprende a tratar los congelados para no romper la cadena de frío

Los productos congelados suponen, según estudios avalados por asociaciones como AECOC, una de las categorías de alimentos más comunes en la cesta de la compra de las familias de España, ya que hasta un 98,7% de los hogares son consumidores de estos productos, con una media de gasto anual de 155 euros.

Las estadísticas que indican que los españoles comemos cada vez más alimentos congelados, siendo además la población más joven, aquellos que lideran esta nueva moda de consumo.

Por otro lado, la cadena de frio es un elemento fundamental para los restaurantes, que necesitan congelar algunos alimentos para su almacenamiento.

Por eso, empresas y consumidores de todo el mundo, están incurriendo en pérdidas sustanciales por no saber las formas adecuadas de conservar los alimentos.

Hoy, vamos a centrarnos en métodos y claves que hay que poner en práctica para trabajar con congelados y no romper la cadena de frío.

Consejos para trabajar con congelados y no romper la cadena de frío

La cadena de frío es una ciencia, una tecnología y un proceso.

  • Es una ciencia ya que requiere una comprensión de los procesos químicos y biológicos relacionados con la naturaleza perecedera.
  • Es una tecnología ya que se basa en medios físicos para asegurar condiciones de temperatura apropiadas a lo largo de la cadena de suministro.
  • Es un proceso ya que se debe realizar una serie de tareas para preparar, almacenar, transportar y vigilar los productos sensibles a la temperatura.

Los principales elementos de una cadena de frío implican:

  1. Sistemas de refrigeración

Estos son los sistemas encargados de hacer que los productos básicos, como los alimentos, alcancen la temperatura adecuada para su procesamiento, almacenamiento y transporte.

  1. Almacenamiento en frío

Para trabajar sin romper la cadena de frío es fundamental contar con instalaciones para el almacenamiento de mercancías durante un período de tiempo, ya sea en espera de ser enviadas a un mercado distante, en un lugar intermedio para su procesamiento y distribución y cerca del mercado para su distribución.

  1. Transporte en frío

También se deben disponer de medios de transporte para trasladar las mercancías manteniendo condiciones estables de temperatura y humedad y protegiendo su integridad.

  1. Procesamiento y distribución en frío

Disponer de instalaciones para la transformación y el procesamiento de las mercancías, así como garantizar las condiciones sanitarias. Consolidar las cargas para su distribución.

En definitiva, para trabajar con congelados y no romper la cadena de frío debemos tener en cuenta principalmente los siguientes factores.

El funcionamiento correcto y la prevención de averías en los equipos

Esta es probablemente la mayor razón por la que la mayoría de las cadenas de frío optimizadas se rompen. Algunas de las razones que pueden hacer que se dispare la operación de una cadena de suministro de temperatura controlada incluyen:

  • Cortes de energía

Tanto si se trata de un apagón como si alguien se olvida de enchufar la nevera, los sistemas de refrigeración alimentados pueden averiarse, especialmente cuando están en camiones u otros medios de transporte sin acceso a una alimentación ininterrumpida y a copias de seguridad redundantes.

  • Fallo de refrigeración/aislamiento

Los contenedores de temperatura controlada con enfriamiento pasivo suelen depender de un refrigerante que forma parte del embalaje para mantener fríos los envíos, que están herméticamente sellados y fuertemente aislados. Sin embargo, el embalaje no es infalible; una mala manipulación o el desgaste podrían dañar el contenedor y hacer que el aislamiento y el refrigerante sean irrelevantes, dejando la carga expuesta.

  • Mala circulación

Los ambientes de temperatura controlada que dependen de un enfriamiento activo normalmente necesitan una circulación adecuada para obtener el mejor efecto. Los respiraderos o puntos calientes bloqueados en zonas de temperatura controlada son un gran problema en las cadenas de frío, y cuando alguien los detecta, suele ser demasiado tarde para revertir el daño.

  • Reservas insuficientes/Redundancia

Las averías ocurren, al igual que los retrasos. Las cadenas de frío pueden acomodarse a estas eventualidades en un grado razonable, pero cualquier cosa más allá de eso deja varados.

Las razones por las que las cadenas de frío fallan incluyen:

o Falta de combustible – las cadenas de frío activas dependen de soluciones de refrigeración potenciadas.

o Falta de refrigerante – las cadenas de frío pasivas dependen de cosas como el hielo seco u otros materiales para mantener los envíos refrigerados.

o Dificultad para encontrar piezas de repuesto – especialmente relevante en los envíos de larga distancia que utilizan soluciones de refrigeración activa especializadas o personalizadas.

o Limitada fuente de energía/enfriamiento de reserva – mientras que la redundancia es importante, también lo es la eficiencia de costos.

Se deben contar con una serie de normas o infraestructura uniformes

La tecnología, la infraestructura y las normas de la cadena de frío difieren en todo el mundo, lo que hace más difícil para las personas que realizan operaciones globales garantizar la integridad de extremo a extremo.

Los problemas podrían incluir la falta de opciones de refrigeración adecuadas, almacenes con temperatura controlada y normas de refrigeración no uniformes en las instalaciones de almacenamiento intermedio.

Evitar el riesgo de la cadena de frío de distribución/entrega

A diferencia de los almacenes con temperatura controlada fija, las cámaras frigoríficas móviles (en el transporte) tienen muchas más variables que considerar además del riesgo amplificado de averías del equipo, los fallos de embalaje o la incapacidad de salvar envíos que quedan varados debido a averías en lugares remotos.

Contar siempre con la posibilidad de que haya un error humano

La negligencia del personal, la capacitación insuficiente, el incumplimiento de los protocolos establecidos y el uso ineficiente del equipo son algunas de las razones típicas por las que las cadenas de frío fallan. Algunas de las típicas de «error humano» implican:

  • Mala manipulación – contenedores dañados debido a una manipulación descuidada.
  • Malas prácticas – dejar la puerta del refrigerador abierta durante las entregas entre un punto y el siguiente de la ruta de reparto.
  • Malos trámites – que conducen a retrasos o detenciones innecesarias.

Ahora que ya conoces los puntos críticos de la logística en los que se puede romper la cadena de frío, te será mucho más sencillo tomar unas medidas estructuradas, planificadas y reales para tener a salvo tus alimentos, ya sea en casa, el restaurante, la tienda o el supermercado.

Asegúrate siempre de proteger correctamente tus productos alimentarios con nuestros consejos y guías de consumo.