Guía sobre la carne de ave: Consejos para sacar todo el partido al pollo

Ya sea que siempre escoges pechugas de pollo magras, que te dejes llevar por el súper sabor de los muslos o que simplemente te guste un pollo entero de piel crujiente, no se puede negar que el pollo es una comida verdaderamente satisfactoria. Hay tantas maneras de prepararlo, y todas te hacen salivar solo de pensarlo.

Para los restaurantes y los negocios de hostelería, el ave, y más concretamente el pollo es una pieza básica y fundamental, que no puede faltar en el menú, ya que se vende mucho y muy bien, y a los clientes les encanta. De cualquier forma prácticamente, y en distintos formatos.

Por eso, a continuación, vamos a darte los mejores consejos para cocinar carne de ave o pollo, conservarlo, marinarlo y sacarle todo el partido independientemente del estilo de cocinado y emplatado que decidas.

Motivos para introducir el pollo en tu menú

Es saludable

Además de su sabor y contenido nutricional, el pollo es un alimento muy saludable y que tiene poquísima grasa. Por eso, un pollo asado es una comida o cena para las noches de entre semana también, y no sólo los fines de semana.

Un alimento delicioso, rentable, y muy pedido por los clientes

Seguramente todavía no sepas que los muslos de pollo son una compra más inteligente que las pechugas.

La mayoría de la gente acude a la pechuga de pollo, y el muslo maravillosamente sabroso y económico se pasa por alto. No cometas este error. La carne del muslo tiene un mayor contenido de grasa, pero eso es lo que la hace tan rica y sabrosa. Es más barata y casi imposible de estropear, a diferencia de las pechugas de pollo.

Consejos para sacar todo el partido al pollo

Hay un indicador de estado de cocción, y es la temperatura.

Debes de saber que el pollo está completamente cocinado cuando los jugos están claros, la carne ya no es de color rosa, y la temperatura interna es de 165 grados. El verdadero enfoque debe estar en la temperatura, que es el indicador más seguro de cocción.

A menudo, el papel de la cebolla es el secreto del pollo perfectamente horneado.

La pechuga de pollo es un corte tan magro que puede ser difícil de cocinar sin que el resultado quede un poco seco e insípido. Pero un solo trozo de papel de cebolla colocado sobre el pollo antes de entrar al horno actúa casi como si le faltara la piel al pollo, protegiéndolo y evitando que se seque.

Se acabaron los días en que se comían las sobras tan rápido como se podía. En lugar de eso puedes separar en raciones las pechugas que te sobren de la bandeja y congelarlas para comerlas y cocinarlas más adelante. Simplemente, descongélalas en la nevera durante un día, y tendrán el mismo sabor que siempre.

¿Has visto algunos cocineros golpeando con un mazo el pobre pollo antes de empezar a cocinarlo? Esto lo hacen para conseguir una cocción más rápida.

Las pechugas de pollo siempre son más gruesas en un extremo, y este desnivel significa que el extremo más grueso tardará más en cocinarse. Si lo golpeas hasta que todo quede uniforme, tendrás un trozo de carne que se cocinará más rápido y de forma más perfecta por todas las partes de la pieza.

Tips para cocinar pollo deshuesado y sin piel en el horno

La mayoría de personas, consume el pollo en muslos o pechugas deshuesadas. La forma más sana de comer el pollo, siempre es aquella en la que menos aceite vas a usar para su preparación. Una de estas salidas, es el pollo al horno, pero en muchos casos, se acusa al pollo de secarse en exceso por estar horneado.

Por eso anota bien estos consejos de preparación, que te ayudarán a tener el pollo más sano y sabroso, disponible para coronar tus platos saludables estrellas del menú.

La pechuga de pollo deshuesada es una de las carnes más comunes que se preparan en las cocinas de los restaurantes. Sin embargo, la pechuga de pollo es también uno de los cortes de pollo más difíciles de preparar. Eso es porque a diferencia de los muslos de pollo, las pechugas de pollo contienen muy poca grasa. Esto hace que sean fáciles de sobrecocinar, lo que ofrece de resultado un pollo seco y gomoso.

El consejo que los chefs siempre dan con respecto al pollo es que nunca se cocine en frío. Al permitir que la pechuga de pollo se cocine a temperatura ambiente, te asegurarás de que se cocina más uniformemente una vez que llegue a la sartén. Además, si decides optar por el pollo con piel en lugar de pechugas de pollo deshuesadas y sin piel, obtendrás un plato más sabroso con más textura y humedad.