Congelado de alimentos: Una alternativa segura para preservar todos los nutrientes

La mayoría de negocios que se dedican a la alimentación, incluidos los restaurantes, tienen que conocer a fondo los procesos de congelado de alimentos. Para aprovechar las compras, en muchas ocasiones estos negocios compran grandes cantidades de alimentos, que deben saber cómo conservar para su rápida preparación el día que toque.

Comprar los ingredientes concretos, preparar los platos, cocinar… Son tareas que requieren tiempo, un tiempo que escasea y que en las empresas que venden comida se gana gracias al congelado de algunos alimentos del menú.

Aprender cómo conservar nuestros alimentos o platos en el congelador para conservar la mayor cantidad de nutrientes y todo el sabor de la pieza original, es importante para optimizar al máximo las operaciones.

Es decir, podemos cocinar recetas o preparar alimentos concretos para toda la semana y guardarlos en el congelador para que se conserven a baja temperatura y sigan teniendo todas sus propiedades nutritivas cuando queramos servirlos a los clientes.

Ante ello, existe una falsa creencia de que los productos y alimentos pueden perder nutrientes al congelarlos.

Nada más lejos de la realidad.

En este artículo vamos a explicarte por qué la congelación no supone ningún problema para llevar una alimentación sana y nutritiva, y cómo podemos potenciar todavía más la conservación de los platos y alimentos que queremos ofrecer en los menús de nuestros negocios de hostelería y alimentación.

¡Presta atención!

Congelar los alimentos no provoca la pérdida de nutrientes

Como hemos comentado, existe un falso mito bastante extendido que establece que los alimentos congelados no conservan sus propiedades nutritivas. Hablamos de una creencia popular que, sin embargo, no se ajusta a la realidad.

¿Por qué? Porque con la congelación lo que realmente se consigue es evitar la actividad de los microorganismos que producen la degradación de los alimentos. Por tanto, lo que estamos haciendo es todo lo contrario a lo que falsamente se cree: estamos prolongando su conservación para comerlo cuando queramos.

Eso sí, es importante matizar que para que no se produzca esta pérdida de nutrientes tanto la congelación como la descongelación deben realizarse correctamente.

Esto se consigue utilizando los recipientes o envases adecuados que permitan una perfecta conservación. Hablamos de tuppers con cierre hermético, tarros de cristal con rosca o bolsas que permiten cerrar al vacío. Todos estos elementos son imprescindibles dentro de una cocina profesional.

También es recomendable que los alimentos se congelen el día en que los compras, cuanto más fresco está, mejor para mantener la calidad del producto acabado de comprar.

Para descongelar los alimentos y que no pierdan la cadena de frío, lo ideal es colocar el congelado en la nevera la noche anterior del cocinado, con un escurridor debajo para que el agua de la descongelación no entre en contacto con el alimento, ni caiga sobre otros.

También se puede descongelar el alimento usando el agua del grifo que esté fría, siempre que el alimento esté dentro de un envase.

Así como también podremos hacerlo a través de un microondas, se aconseja utilizar la potencia de descongelación (que es la más baja), introducir el alimento congelado en un recipiente tapado, e ir parando el microondas para cambiarlo de posición, dado que a través de este método el proceso de descongelación no se efectúa de forma tan homogénea.

La utilidad del glaseado

Si lo que queremos es congelar pescado, aquí el asunto se pone realmente interesante.

Hablamos de productos tradicionalmente propensos a guardarse en el congelador dado que tienen un margen más breve que el resto para alcanzar su fecha de caducidad.

Por ello, para conservarlos durante más tiempo, congelarlos es la mejor opción.

En este sentido, si nos fijamos en la sección de congelados de pescado en cualquier establecimiento o gran superficie, podemos advertir una técnica de congelación que sirve para sumar garantías: el glaseado.

¿Qué es el glaseado?

Es un procedimiento que consiste en mojar con agua potable los alimentos antes de congelarlos. De esta forma, se reducen así los riesgos de oxidación y deshidratación, y se protege la integridad del pescado.

Todo aquel producto congelado con esta técnica estará identificado con su etiqueta, un documento visual en el que también se verá especificado el paso con y sin glaseado. Es, en definitiva, un procedimiento sencillo que suma calidad a la conservación de estos alimentos.

Los alimentos que mejor se conservan en el congelador

Si quieres saber cuáles son los alimentos que mejor se conservan en el congelador y durante cuánto tiempo, en este post lo averiguarás. Esta información te servirá para planificar mucho mejor tus compras y servicios.

Por norma general, prácticamente cualquier producto congelado alarga su periodo útil, pero es cierto que existen ciertas categorías que, por popularidad o tradición, nunca pueden faltar en la zona más fría de nuestro frigorífico.

Para empezar, son imprescindibles las carnes, pescados y algunas verduras (las que no se quieran comer crudas o que contengan hoja). En el caso de las verduras con hoja, podrán congelarse si están hervidas o escaldadas.

Si pensamos en fruta, debemos centrar el tiro en frutos rojos como arándanos, fresas o moras. Por otro lado, los productos germinados como legumbres, cereales o semillas son también ideales para congelar, sobre todo para conservar su alto contenido en proteínas.

También podemos optar por congelar pan cortado en rebanadas para tener siempre disponibles para hacer tostadas.